25.8.14

©m.reina

La feria ha terminado.

Invisible Borders a sentido en carne propia el ritmo y el ruido ferial, el olor y el hedor que se produce durante estos días. Ha sido toda una experiencia cruzar desde Mali, Senegal o Mauritania después de un mes de Ramadán al Sur español colapsado por la fiesta opuesta.

Un shock cultural.  Casi.
Volar en una máquina del tiempo y cambiar de ritmo completamente.

Durante estos días, los artistas de Invisible Borders han podido recorrer la ciudad, dar continuidad a sus proyectos personales, y algunos de ellos viajar a Tánger, parada ansiada por la prohibición de Marruecos a dar visado a parte del equipo y saltarla del recorrido oficial.

En unos días nos marchamos a Madrid, continuar los más 80 días de viaje. ¡Qué diferente es vivirlo desde dentro! el cansancio síquico y emocional va dejando huella, los encuentros siguen produciéndose, y toda esa energía que fluye y se intercambia también se sigue absorbiendo. Imagino lo difícil que será procesar todo el viaje una vez termine. Cuántas reflexiones ebullirán en sus cabezas...